La actividad industrial cayó 6,8% durante febrero en la comparación anual, mientras que registró una suba mensual de 0,7% (sin estacionalidad). El indicador arrastra nueve meses de descenso consecutivo, y en el primer bimestre de 2024 acumula una baja interanual de 8,3%.
La cifra surge del Informe N° 3 del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU-UIA), difundido este martes. Allí, además, los datos anticipados de marzo reflejan un retroceso mayor por parte de la industria. «De acuerdo a cálculos preliminares, en marzo hubo una baja mensual de magnitud y se estima que se aceleró la contracción interanual», plantea el estudio.
Desde la entidad remarcaron que «el sector industrial enfrenta ciertas dificultades en el marco de la suba de costos (energía, insumos importados) y la disminución en los niveles de demanda, tanto de los hogares como de otras industrias y de la construcción».
A nivel sectorial, en febrero predominó la tendencia a la baja en la mayoría de los rubros que componen el índice: en 9 de 12 cayó el nivel de producción.
Las mayores caídas se dieron en Minerales no metálicos (-24,8% interanual) y Automotor (-19%). Según la explicación de la UIA, el descenso se debe a la menor demanda de la construcción y a una baja en las ventas de vehículos nacionales al mercado interno, respectivamente.
Las dificultades en el acceso de insumos importados y la menor demanda, en tanto, están detrás del retroceso en la producción de Metalmecánica (-13,5%), Sustancias y productos químicos (-4,4%) y Metales Básicos (-1,8%).
Los únicos tres sectores que experimentaron alzas fueron Alimentos y bebidas (+1,8%), Papel y cartón (+3,5%) y la Refinación de petróleo (+0,9%). El primer caso, según el informe, se explica una suba impulsada por la recuperación del complejo oleaginoso.
Sigue cayendo la industria pyme: «Desde la economía real no notamos ninguna recuperación»
En medio de la crisis pyme, con una caída por cuarto mes consecutivo de la actividad en marzo, que tuvo un retroceso del 11,9% respecto al mismo período del año pasado, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) sostuvieron que tras las políticas del Gobierno «en la macroeconomía se ve alguna tranquilidad, pero eso no se replica en la economía real, no notamos ninguna recuperación». «Tenemos doble problema: los costos fuertes de servicios más la poca venta», remarcaron.
«Hace mucho tiempo venimos con inconvenientes», reconoció el lunes Alfredo González, presidente de la entidad, en diálogo con Juan Amorín en La Mañana, por C5N. «No teníamos una crisis de actividad en años anteriores, pero sí un deterioro constante de la rentabilidad, lo que va complicando porque cuando sucede algo fuerte como pasó a partir de diciembre con la inflación, indudablemente nos agarra con una espalda financiera muy débil«, sostuvo.
«Al haber una contracción tan fuerte del consumo pyme, indudablemente te quita el día a día y no tenemos espalda como para poder proyectar no trabajar tantos días o bajar y tener una supervivencia más larga«, remarcó el empresario.
«El ajuste de las tarifas pega muchísimo. Entendemos que no hay energía barata, pero se debió haber llevado un poco más coherentemente, con tiempo. Al haber una contracción fuerte de las ventas, no tenemos caja. Entonces tenemos doble problema: los costos fuertes de servicios más la poca venta«, subrayó.
Según González, la crisis lleva a que «muchas microempresas seguramente pasen a la informalidad e irán engrosando ese gran canal de más de 40% del comercio micro en Argentina que está dentro de la informalidad comercial, aunque siguen trabajando pero sin pagar impuestos». «Es una labor fundamental del Gobierno fomentar que sea atractivo volver a la formalidad», afirmó.
En cuanto a lo realizado hasta ahora por el Gobierno en términos económicos, con la mira en el saneamiento de las cuentas públicas, el empresario planteó que «en la macroeconomía se ve alguna tranquilidad, pero eso no se replica en la economía real. El caso contrario se da distinto: cuando hay inestabilidad en la macroeconomía, pega en el día a día».
Desde CAME mantienen «un diálogo constante con el Gobierno, es nuestra labor». «Tuvimos una reunión hace diez días en la cual elevamos distintas alternativas con respecto a la posibilidad que deberíamos tener las pymes respecto a la importación de productos de alimentos y limpieza que han tenido una apertura al comercio exterior», explicó González.
«Tuvimos un golpe muy fuerte en enero de 28,5% de caída, febrero 25,5%, marzo 12,7%. Si miramos esos números indudablemente se va dando que la caída no es tan fuerte. Pero estamos hablando de caída, no vimos ninguna recuperación. La lectura de la macroeconomía no necesariamente es la de la economía real«, aseguró.
Esta situación, que implica una caída del poder adquisitivo de la población, «representa menos consumo, del cual vivimos las pymes».