Este lunes 8 de enero, el precio de la soja en la Bolsa de Chicago experimentó su séptima caída en fila y alcanzó un mínimo altísimo en dos años.
El retroceso de los futuros de la soja se debió a las perspectivas de lluvia en la región, y una sólida caída en el precio del aceite de soja, uno de los principales subproductos de la demanda de la industria del biodiesel. En este contexto, el precio de la oleaginosa de marzo disminuyó un 1% ($4,68) a $454,53. Mientras tanto, los precios del maíz cayeron un 1,6% ($2,85) a $178,93, el precio más bajo en tres años.
Los comerciantes de cereales están a la espera del informe trimestral del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) sobre disponibilidad de alimentos que se publicará el viernes 12 de enero, así como el informe mensual de la oferta y la demanda. Los mercados esperan que la agencia reduzca el pronóstico de la cosecha de soja en Brasil.
«En lo inmediato no hay demasiados factores alcistas», afirmó la economista en Jefe de la Bolsa de Comercio de Rosario, Emilce Terré y añadió que «cualquier sorpresa en los números puede sacudir los precios».
El USDA informó el viernes que las exportaciones de soja de Estados Unidos para la semana que terminó el 28 de diciembre de 2023/24 fueron de 201.600 dólares por tonelada métrica, por debajo de las expectativas de los analistas de 500.000 a 1,3 millones de toneladas. Además, las ventas semanales de trigo y maíz no cumplieron con las expectativas.