Luis Caputo, en diálogo con TN, buscó justificar, como un pedido de los gobernadores, la intención del Ejecutivo de revertir la quita del Impuesto a las Ganancias. El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, advirtió que los mandatarios no pidieron restituir ese impuesto sino «sustituir o compensar» los fondos coparticipables y recordó los proyectos que ya se presentaron al respecto.
Kicillof –que ayer compartió una conferencia de prensa en Bahía Blanca con Milei– confirmó su participación en la reunión en Casa Rosada. El encuentro fue convocado por el ministro del Interior, Guillermo Francos, quien estuvo a cargo de hacer un cara a cara previo con todos los gobernadores para tener un primer panorama de los ánimos provinciales.
«Más allá de la violenta devaluación que se produjo a poco tiempo de asumir Milei, hubo una pérdida de recursos para las provincias derivada de lo que votó el Congreso de la cuarta categoría de Ganancias», reconoció Kicillof en relación a la decisión tomada en septiembre por el exministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, y votada por el Congreso –incluido el entonces diputado y ahora presidente, Javier Milei–.
El mandatario bonaerense, quien también respaldó aquella decisión, indicó que la merma en la recaudación del Impuesto a las Ganancias significa el 7 por ciento de los recursos coparticipables y, en diálogo con Radio 10, recordó que, cuando Massa tomó aquella decisión, los gobernadores lo trataron y «se planteó sustituir o compensar esa pérdida».
El mandatario bonaerense incluso ensayó una posible respuesta a los argumentos de la ultraderecha respecto del repartor de recursos: «Es demasiado desigual y esto tiene efectos. Somos la que menos recibe, la que menos gasta y la que menos empleados tiene». Kicillof, derribando mitos sobre los gobiernos tildados de «populistas», resaltó que «se armó una mitología falsa» y contrapuso: «Se dice que hay mucho gasto en la provincia, cuando es la que menos gasto público tiene por habitante, que es como hay que medirlo».
Y agregó que también es la provincia con menos trabajadores públicos por habitante. «Son 650.000 trabajadores para 17 millones de habitantes: 400 mil docentes, 100 mil auxiliares, 80 mil médicos, servicio penitenciario, policías y otras prestaciones que tenemos que dar», precisó.
En ese marco, el gobernador pidió poner mañana sobre la mesa el impacto de las primeras medidas económicas anunciadas por el gobierno nacional: «Una devaluación del 120 por ciento es la más fuerte de la historia argentina. Ello implica una transferencia de recursos. Varían los patrimonios y recursos. Unos ganan y otros pierden. Todo el esquema es sacudido. En este nuevo escenario es lógico hablar. La ecuación cambió y, en base a eso, tenemos que hablar de una compensación».