Según varios economistas, las Provincias y la Ciudad de Buenos Aires tendrán que ajustar su situación fiscal para 2024, cuando las transferencias del Estado nacional podrían experimentar un aumento nominal inferior a la inflación, lo que significaría una disminución en términos reales.
Según las declaraciones del presidente Javier Milei, la disponibilidad de fondos no será consistente, ósea «no hay plata«, debido a las diferentes situaciones de las administraciones y las estrategias que se elijan. Estas estrategias se reducen a tres opciones: reducir gastos, aumentar impuestos y, en menor medida, recurrir a endeudamiento.
La mayor parte de los ingresos del Estado proviene de transferencias dentro del estado, por lo que la estanflación que se espera tenia prevista Javier Milei, la cual tendrá un impacto directo en la recaudación de impuestos y en la cooperación, además se debería restringir los giros no automáticos o discrecionales.
“En ese marco, y como ya manifestaron algunos gobernadores, prevemos también una caída del gasto público provincial” “algunos distritos con más autonomía fiscal, o sea con mayor capacidad de recaudación de impuestos propios como CABA, Neuquén y Tierra del Fuego, tendrán más margen de maniobra, pero lo opuesto por ejemplo le pasará a Formosa, Corrientes y Santiago del Estero”, planteó Caprarulo a Télam.
