Los mandatarios provinciales y el jefe de Gobierno porteño expresaron su «acompañamiento» al gobierno y al pueblo de Santa Fe ante la escalada de violencia que se vive en Rosario vinculada con el narcotráfico.
Tras el asesinato de dos taxistas, a un chofer de colectivo y a un playero de una estación de servicio, el Gobierno nacional puso en marcha un operativo antinarco y envió fuerzas federales a Rosario. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, prometió llevar a cabo una «lucha sin cuartel» para que la ciudad «quede liberada de narcocriminales».
Si bien el Gobierno nacional conformó un Comité de Crisis, Milei indicó que la seguridad «es un problema de cada provincia, porque argentina es un país federal». «Si se nos requiere, nosotros damos asistencia», remarcó el presidente el diálogo con Chiche Gelblung en una entrevista exclusiva para Crónica.
«El narcotráfico es un problema federal, no porque corresponde a una jurisdicción provincial, sino porque es un problema de todos«, respondieron los gobernadores, quienes consideraron que «en mayor o menor medida la Nación en su conjunto está afectada por este fenómeno».
En esta línea, los gobernadores argumentaron que el narcotráfico «está mostrando en Rosario su faceta de violencia y terrorismo que no conoce límites ni fronteras», por lo que consideraron que se trata de «una problemática que -con distintas formas- afecta a todas las jurisdicciones».
«La gravedad y la complejidad de lo que sucede requiere decisiones a la altura de lo que está en juego, que es la disputa por parte de nuestra soberanía: deciden el Estado y la sociedad o deciden las mafias», aseveraron.