Maita afirmó que están exigiendo un aumento salarial significativo para garantizar que ningún trabajador gane menos de $600.000, un monto que consideran necesario para cubrir la Canasta Básica Total y evitar la pobreza. Según explicó, esto representaría un aumento del 100%. Sin embargo, señaló que incluso con un aumento del 69%, estarían comprando lo mismo que en noviembre del año pasado, dada la escalada de la inflación y los precios.
El líder sindical lamentó la situación actual, donde el sueldo promedio de los docentes universitarios es de 300 mil pesos, mientras que la Canasta Básica Total tiene un valor que duplica ese monto. Además, Maita destacó que los empleados de la UNSa dependen directamente del Gobierno Nacional, ya que son los únicos trabajadores de la docencia que no están bajo jurisdicción provincial.
La situación se agrava aún más con casos de docentes que, a parte de la universidad, trabajan en colegios o escuelas públicas para compensar sus ingresos, ya que también se ven afectados por la quita del incentivo docente. En este contexto, Maita expresó su preocupación por el futuro del inicio de clases, sugiriendo que podrían no comenzar como resultado de estas tensiones salariales y la falta de acuerdo con el Gobierno Nacional. Maita denunció que, si bien se les ofrece un aumento del 16%, se compensa quitando este incentivo, lo que afecta especialmente a los docentes con cargos más bajos.
Según su experiencia, esta situación podría complicar el inicio del ciclo lectivo, ya que muchos docentes podrían no estar dispuestos a comenzar las clases en estas condiciones.